Oldie but Goldie

Siempre listo para actuar con los bomberos de Feldkirchen: un MAN RW2 del año 1986

En la zona de Feldkirchen, cerca de Múnich, cuando alguien es testigo de un accidente de tráfico, podría llevarse al principio otro susto: el primero en llegar al lugar del accidente siempre es el camión de bomberos MAN RW2 de 1986, al que ya se le notan los años. No hay motivo para preocuparse, como nos cuenta en la entrevista el comandante Andreas Karner, del cuerpo de bomberos responsable. Este vehículo antiguo de 192 CV aún está en plena forma.

El camión de bomberos MAN RW2 es un auténtico clásico. ¿Qué características hacen que el vehículo sea todo un clásico entre los camiones de bomberos?

Andreas Karner: «La robustez es, sin duda, una de ellas. El chasis y la carrocería del vehículo son indestructibles, para su edad está realmente en muy buen estado. Para mí es una particularidad absoluta que sea uno de los últimos camiones de capó angular o redondeado. Tiene un capó del motor muy largo que sale hacia delante, un verdadero morro. Cuando se conduce el MAN RW2, hay que tener siempre en cuenta este metro y medio que va por delante, tanto al aparcar como cuando la calzada se estrecha. Se requiere una gran habilidad para conducirlo.» 

Precisamente por eso, ¿quiere alguien conducir el MAN RW2 cuando está de servicio, o mejor no?

AK: «Efectivamente, al principio es más difícil conducir nuestro «oldie». Sobre todo, para los camioneros jóvenes recién salidos de la autoescuela. Sin embargo, muchos no quieren dejar pasar la oportunidad de ponerse al volante del MAN RW2 en las operaciones. Yo soy uno de ellos. La sensación de conducir sin la caja de cambios automática, que es habitual hoy en día, es inigualable. Hay que cambiar de marcha de forma activa, y a partir de 70 km/h notas claramente las vibraciones del motor, que tiene un sonido enorme. Es la sensación auténtica de conducir un camión. Me gusta. A otros solo les parece que hace mucho ruido. Y, a decir verdad, el confort en la cabina deja mucho que desear. El asiento del conductor y del acompañante es básicamente solo un bastidor de metal, un poco de acolchado por encima, y listo. Cuando viajas en el MAN RW2, te das cuenta de cómo trabajaban los camioneros antes, cuando tenían que conducir todos los días una máquina como esta.»

¿Cuántas intervenciones lleva ya el MAN RW2 a sus espaldas?

AK: «Yo diría que unas 40 alarmas al año desde 1986, por lo que hace tiempo que superó la marca de las 1000 intervenciones. Acude a todas las operaciones grandes, y es responsable de la ayuda técnica en el lugar del accidente, el área de mercancías peligrosas y sustancias químicas, y la protección medioambiental.»

¿Qué lleva a bordo?

AK: «En principio, se puede decir que el vehículo es un taller sobre ruedas. Lleva diversos aparatos para el rescate en los accidentes, por ejemplo, para sacar a una víctima que ha quedado atrapada. También tiene un cabrestante integrado para subir un vehículo, además de un generador de corriente y una gran torre de iluminación para alumbrar en las intervenciones de noche, así como numerosas herramientas para eliminar los daños provocados por aceite o mercancías peligrosas.»

¿Requiere un mantenimiento más exhaustivo que los vehículos nuevos?

AK: «No hay ninguna diferencia. Lo bueno es que en nuestro MAN RW2 aún hay muchas cosas que puede hacerlas uno mismo, todo es puramente mecánico. Cuando hay que reparar algo pequeño en nuestro «viejo», solo necesitamos una llave inglesa o un martillo y no tenemos que acudir al taller para leer el ordenador de a bordo.»

¿Cuánto tiempo cree que el MAN RW2 seguirá formando parte de la tropa?

AK: «Puede que uno o dos años, y después se acabó el servicio activo. Nos gustaría enviarlo al museo de bomberos de Waldkraiburg cuando llegue a su merecida jubilación. La construcción de nuestro MAN RW2 es casi única en Alemania.»

¿Tú también utilizas un clásico o lo has restaurado para que pueda volver a funcionar? Nos alegrará mucho que nos escribas tu historia.