Tradicionalmente bueno

TRUCKLIFE

En la empresa Getränke Gefromm nada marcha sin MAN

Las tradiciones suelen basarse en la fiabilidad y la estabilidad. Precisamente por eso, desde hace casi 30 años en la empresa de bebidas Getränke Gefromm la cerveza solo sale de la planta en vehículos MAN.

Jochen Gefromm está ante el «decano» de sus vehículos, un MAN 18.232 que compró en 1992. A su lado está aparcado el MAN más reciente: un MAN 18.420 adquirido por la empresa en 2019 junto a otros tres camiones del león. Este licenciado en empresariales de 52 años, y gerente de la empresa familiar Getränke Gefromm GmbH & Co.KG, conoce cada tornillo de sus 25 camiones MAN. Con solo 14 años, el empresario entusiasta de la técnica ya reparaba los vehículos de la empresa familiar, y hoy en día sigue reservando los sábados para hacer pequeños trabajos en los camiones.

«Cuando MAN lanza un nuevo motor, lo compramos sin necesidad de probarlo demasiado.»

En cuanto terminó sus estudios, su padre Jürgen le confió toda el área de compras de la empresa. Él mismo había empezado a trabajar siendo joven en la empresa familiar fundada por el abuelo en 1919, y actualmente sigue dirigiéndola junto con su hijo Jochen. Una de las primeras cosas que hizo cuando ocupó su cargo fue cambiar el parque de vehículos por una flota de MAN. «En 1990, MAN fue el primer fabricante en lanzar al mercado un camión de 18 toneladas, y queríamos tenerlo», Jochen Gefromm explica lo que le llevó a comprar el primer MAN. «El camión tenía una cabina basculante y trampillas de mantenimiento de plástico, es decir, permitía acceder de forma fácil y rápida a todos los puntos a los que hay que dirigirse como conductor o jefe de flota. Un vehículo que sigue funcionando con mucha fiabilidad». Y que resultó tan convincente, que ahora, desde hace casi 30 años, para Gefromm solo circulan camiones MAN.

Gran confianza en la calidad

Los camiones se cuidan como las propias tradiciones que, sin duda, han contribuido considerablemente al éxito continuado de la empresa. En 2019 se celebra el centenario de la fundación de la empresa. Padre e hijo encuentran siempre un motivo para brindar. Porque otra de las tradiciones es acudir después del trabajo a alguno de los locales de los clientes actuales y potenciales, para tomarse juntos una cerveza. De este modo, dedican tiempo a escuchar los problemas de los clientes, sus deseos y sus preocupaciones. O para intercambiar opiniones sobre temas para los que no hay tiempo durante la jornada. Y, por supuesto, para alguna que otra discusión. Sobre lo que no discuten en absoluto es sobre cuál es su marca de confianza. Tiene tradición. Su lema: «una vez MAN, para siempre MAN». 

«Cuando MAN lanza un nuevo motor, lo compramos sin necesidad de probarlo demasiado. Confiamos en la calidad de la marca. Hasta ahora ha funcionado siempre, y va a seguir funcionando», de eso está seguro Jochen Gefromm.