MAN forma parte la familia.

TRUCKLIFE

Buchna Abschleppdienst & Transporte GmbH lleva tres generaciones confiando en el poder de los leones.

Uno para todos, todos para uno. El lema de los mosqueteros puede que ya sea un poco viejo, pero sigue siendo válido para Buchna Abschleppdienst & Transporte GmbH, todos los días y sin excepción. Bernhard Buchna, su hijo Jan y sus dos hermanas, y su tía, trabajan codo con codo en el pequeño negocio familiar que se fundó en el 1946: «Todos nos ayudamos entre todos, no existe el no», nos dice Jan con profunda convicción. Y en un oficio en el que la mano de obra es tan importante, siempre tienes que poder confiar en la tecnología, es decir, en los vehículos. En Buchna, esta parte está formada por una flota exclusivamente de camiones MAN, en especial el nuevo MAN TGX 26.510 de Jan, el jefe júnior.

Jan puede referirse a él mismo como un apasionado conductor profesional. Ahora mismo es un joven de 25 años, que lleva al volante desde los 18 y empezó a sacarse el permiso de conducir a los 17. Aprendió el oficio desde bien pequeño: «Desde que era un niño, mi padre y yo viajamos juntos en el camión. El camión, conducirlo y todo lo relacionado con él es mi mayor pasión». Le gustan los retos que le ofrece el trabajo y el hecho de que no haya dos días iguales: «La gran variedad de este trabajo es lo que me hace feliz». La versatilidad en este trabajo es importante, pero la empresa de transporte de Düren no quiere experimentar con otros vehículos. Padre e hijo están de acuerdo en lo mismo: «Con esta clase de vehículos creas un vínculo especial, conoces cada tornillo y lo sabes todo sobre él», nos explica el jefe de Buchna el porqué de que solo tengan camiones MAN en su empresa.

«Mi abuelo empezó con un MAN, mi padre también tuvo un MAN. Yo crecí con MAN. No me cuestiono el usar otra marca».

Jan Buchna

Por este motivo, fue increíble para él poder salir de ruta por primera vez con su nuevo camión. «Es como celebrar tu cumpleaños y Navidad a la vez», cuenta entre risas. Jan encargó que el camión se remodelara y pintara completamente, y lo equipó con un nuevo sistema de iluminación y una defensa frontal. «Ahí es donde está puesto todo mi corazón», dice. Y también hay alguien que le acompaña todos los días en sus rutas: su abuelo. «Siempre está conmigo y me acompaña», dice Jan mientras señala con orgullo la foto de su abuelo decorando la parte trasera de su cabeza tractora azul.

Y al igual que su abuelo antes que él, el joven de 25 años sabe lo que le ofrece un camión MAN: «Es un camión fiable, cómodo y potente. MAN no es solo un vehículo para nosotros. MAN es parte de la familia para mí… Al cien por cien». Es una parte vital. Y como ya se sabe, el corazón siempre tiene la razón.