Decisión de última hora por el Rally Dakar

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Johannes Zotz fue la novedad en el equipo de servicio MAN

Una acción espontánea hizo que Johannes Zotz ocupara poco antes del inicio del Rally Dakar 2021 un puesto en el equipo de servicio MAN. En una entrevista cuenta a Trucker’s World sus impresiones de la gran carrera por Arabia Saudí.

«Me apunto.» Cuando a Johannes Zotz, electricista de automóviles en MAN, le preguntan a corto plazo si quiere sustituir a Josef Kreppold en el equipo de servicio MAN para el Rally Dakar, no se lo piensa ni un momento. A finales de noviembre, poco antes de embarcar los camiones en Marsella, sube a bordo con el equipo de MAN al que pertenecen, además de Johannes, el experto en el Dakar Hans-Werner Nell, así como Stefan Echter, que participó por primera vez el año anterior. A la vista de que no queda mucho tiempo para preparativos, Johannes recibe de sus compañeros de equipo una instrucción intensiva sobre el vehículo, explicándole cómo se localizan los repuestos y dónde se encuentra cada herramienta. Además, Josef y Stefan le cuentan qué problemas surgieron en rallys anteriores en su especialidad de electricidad y para qué debe estar preparado en su caso.

«Se han superado mis expectativas.»

Dado que es la primera vez que Johannes participa en esta carrera mundialmente conocida y no puede hacer comparaciones con ediciones anteriores, se muestra totalmente entusiasmado con el evento. Tampoco cambian nada las condiciones y reglas más estrictas impuestas en el contexto de la pandemia de coronavirus que determinan ahora el desarrollo del Rally Dakar. Antes de que el equipo pueda presentarse en la salida, necesita llegar con una mayor antelación de lo previsto inicialmente, someterse a una prueba PCR en el aeropuerto y pasar dos días de cuarentena en el hotel. Solo después de una segunda prueba PCR practicada 48 horas después y una nueva cuarentena es seguro que todos los miembros del equipo de servicio MAN puedan participar en la carrera.

«En principio, quien había entrada no podía volver a salir», describe Johannes la situación en el lugar. Los campamentos estaban vallados y vigilados por la policía; se dormía únicamente allí y el contacto con la población local quedaba limitado al mínimo. A pesar de todo, Johannes, de 30 años, pudo hacerse una impresión del país y sus habitantes. «Cuando estábamos en ruta y nos paramos, por ejemplo, para repostar, solía acercarse gente al vehículo para mirarlo y hacer fotos.» También el paisaje dejó una impresión duradera en Johannes: «El cambio entre zonas pedregosas, montañosas y áridas y dunas que aparecían de repente. Después volvíamos a atravesar paisajes verdes exuberantes con apicultores y rebaños de ovejas», se entusiasma al recordarlo.

Martilleando y trabajando toda la noche

Pero lo que más le marcó fue el evento en sí: «Lo que rindieron las personas y las máquinas en estos 13 días es enorme: recorrer cada día cientos de kilómetros para empezar la verdadera jornada de trabajo por la tarde cuando llegan los equipos al campamento». Johannes explica que los trabajos de reparación llegaron a durar, en parte, hasta las cuatro o las seis de la mañana. En medio del ruido nocturno, los miembros del equipo a los que les tocaba descansar solo consiguieron dormir poco en sus tiendas desplegables sobre el techo del camión de servicio. «Yo personalmente estaba tan excitado todo el tiempo que no me importaba la falta de sueño», revela Johannes. «Solo cuando llegué a casa me di cuenta que estaba completamente agotado.»

No es de extrañar a la vista de las exigentes tareas que tuvo que afrontar durante la carrera. A los mecánicos del equipo de servicio se les exige bastante en lo que respecta a la creatividad, la competencia a la hora de solucionar problemas y la destreza manual. «Las tareas complicadas aún lo son más en el marco del rally», resume Johannes de manera concisa. Por citar un ejemplo: una de las órdenes de reparación se refería a un camión de servicio que no arrancó en el embarque en Francia y fue remolcado al barco. Dado que estaba puesta la primera marcha, el embrague, la placa de presión de embrague y el volante sufrieron daños importantes. «Una vez que el cliente consiguió los repuestos en el taller de servicio en Yeda desmontamos la caja de cambios completa del vehículo y lo volvimos a poner en condiciones para el Dakar mediante una compleja reparación sin taller ni foso, en un día muy caluroso a 35 grados», cuenta Johannes. El equipo de servicio MAN logró llevar a cabo correctamente todos los demás encargos grandes y pequeños, con lo cual el resumen del Dakar de Johannes resulta positivo en todos los aspectos. Tal vez incluso mejor, porque al final de su primera experiencia de rally hay una cosa cierta para él: «Si se me presentara de nuevo la oportunidad, me volvería a apuntar enseguida».