El sonido extraordinario del MAN con motor bajo el suelo

TRUCKLIFE

Eric Krüger cumple su gran sueño con la restauración de un vehículo de época

Cuando los sueños se ponen en marcha, no hay quien los pare. Como en el caso de Eric Krüger. El director técnico de una empresa de transporte de Hamburgo soñaba desde niño con tener un MAN con motor bajo el suelo.

Cuando Eric Krüger estaba buscando un ejemplar adecuado del modelo MAN con motor bajo el piso, una conversación telefónica con un amigo suyo le dio por fin la pista. Le habló de un vehículo de este tipo que había visto anunciado en ebay. Una marcha de prueba con ese camión, así como el sonido inconfundible del motor bajo el suelo del MAN, hicieron que el sueño anhelado durante tanto tiempo se pudiese convertir en un proyecto real.

Pero vamos a remontarnos primero a la época en la que cobró más fuerza la pasión de Eric Krüger por el vehículo con motor bajo el suelo. Cuando tenía 20 años, era amigo de Lars Soltau, el actual propietario de la empresa de transporte Spedition Heinrich Soltau, y de su hermano Gunnar. «Iba allí a menudo y siempre admiraba los dos MAN F90 con el motor bajo el piso, con sus remolques frigoríficos de 3 ejes», recuerda Eric Krüger. «Más tarde, cuando la empresa Soltau adquirió dos vehículos motor de dos ejes del tipo F 2000, mi padre compró una carrocería de contenedor frigorífico y un remolque frigorífico de la empresa Soltau». Pero no adquirió el chasis de MAN. Fue una gran decepción para el joven fan de los camiones con motor bajo el suelo, y ahí nació su deseo de poseer uno algún día.

En octubre de 2019, por fin el sueño se hizo realidad. Una semana después de la primera visita en Gevelsberg, Eric Krüger recogió su MAN con motor bajo el piso y se lo llevó a Dithmarschen: un trayecto de 500 kilómetros que superaron sin problemas él y su reliquia de MAN.
«A partir de entonces, el vehículo fue lo principal para mí», nos cuenta Krüger, apasionado por los camiones con motor bajo el suelo. 

En su primer viaje con el MAN pasó por delante del recinto de la empresa de transportes Soltau. «A Lars y Gunnar les llamó la atención el sonido extraordinario del MAN con motor bajo el piso, y me saludaron con la mano». Durante un viaje juntos empezaron a hablar, y Gunnar Soltau, actualmente capataz en la empresa Schmidt Kraftfahrzeuge GmbH & Co.KG, le dedicó al vehículo una inspección a fondo. Le propuso a su amigo de juventud que llevase el camión a Schmidt Kraftfahrzeuge para dejarlo a punto para la inspección técnica TÜV y realizar un par de reparaciones estéticas.

Renovado de arriba a abajo

«El vehículo nos llegó operativo para conducir, pero en un estado conforme a la edad que tenía», así recuerda Jan Philipp Schmidt, de Schmidt Kraftfahrzeuge GmbH & Co. KG, el primer encuentro con el viejo MAN. Después de un primer diagnóstico, todos los que participaron tenían claro que lo que había llegado al taller era un proyecto de envergadura.

La corrosión en el vehículo estaba muy avanzada en algunas zonas. «Primero quitamos la carrocería plana, desmantelamos el vehículo y eliminamos la corrosión del chasis y la cabina», describe Schmidt los primeros trabajos. Les siguieron el diseño y la construcción de un bastidor auxiliar, así como la fabricación de una rejilla y su adaptación a la cabina. El chasis inferior se cargó en un vehículo y se llevó a pintar. También se realizaron algunos trabajos de pintura en la cabina, en las superficies visibles de las consolas del asiento.

Paralelamente, Gunnar Soltau consiguió una carrocería de contenedor frigorífico en buen estado a través de un transportista amigo suyo, que fue pintada de nuevo en Schmidt Kraftfahrzeuge y finalmente se montó en el vehículo. «Por casualidad pudimos organizar la matrícula de aquella época», cuenta el gerente Birger Schmidt, lo que permitió completar el proyecto.

«Este proyecto fue algo muy especial para todo el equipo, porque el Sr. Krüger, con su carácter entrañable, nos había contagiado a todos su pasión por el camión con motor bajo el suelo. Los operarios de más edad estaban contentos de volver a poner a punto un vehículo como ese. Y a los empleados más jóvenes les ha nacido el interés por este fragmento de historia».

¿Y Eric Krüger? Está entusiasmado con el desarrollo de la conversión de su camión de época, y conoce la gran dedicación y la atención a los detalles que han ayudado a lograr un vehículo tan especial: «Cuando alguien le encarga al capataz de un socio de servicio MAN la reconstrucción de un camión frigorífico que tenía su padre durante su infancia y juventud, junto con un equipo de primera se consigue una joya como esta».

Espera poder participar pronto con su MAN de motor bajo el suelo en muchos encuentros de camiones de este tipo y otros vehículos antiguos. Hasta entonces, el director técnico de la empresa de transporte Ferdinand Heinrich de Hamburgo, y jefe de flota de Salzbrenner KG, aprovecha las vacaciones y los fines de semana para hacer excursiones nostálgicas con su MAN favorito de la infancia.