Conducir es un asunto de familia

El conductor profesional Florian Kamleitner lleva cuatro años conduciendo con entusiasmo un MAN TGS para el transporte de corta distancia en Austria. El hecho de que hoy esté al volante de un MAN le viene de familia.

Florian supo muy pronto que quería conducir camiones. «Cuando era pequeño, solía irme de vacaciones con mi padre», recuerda el joven de 24 años. En aquella época, su hermano y él solían discutir sobre quién podía ir con él en el camión. El abuelo de Florian también estuvo al volante durante décadas como conductor de camiones de grava, y dos de sus tíos son también conductores apasionados. Además de la pasión por conducir, a todos los hombres de la familia les une su entusiasmo por el MAN:

«Cuando era pequeño, ya tenía claro que algún día también iba a domar un león como los de MAN.»

Para hacer realidad su plan, tras su formación como ingeniero eléctrico, Florian aprovechó su periodo de servicio en el ejército austriaco para sacarse el carné de conducir camiones. Desde entonces, pasa el día en la carretera como camionero dedicado al transporte de corta distancia. «Mi trabajo es muy variado y nunca resulta aburrido», dice acerca de sus tareas con un MAN TGS 33.500 6×4 con carrocería de asfalto, que conduce por cuenta de la empresa Widhalm Transport, con sede en Sankt Valentin (Austria).

En su trabajo cotidiano, todo gira en torno al asfalto. Él y su MAN TGS se encargan de que las pavimentadoras de asfalto, los rodillos apisonadores, los volquetes, las mezclas de asfalto y mucho más lleguen a las obras a tiempo. Una tarea que a menudo depende del temple del conductor, sobre todo cuando se trata de maniobrar por lugares estrechos con un gran vehículo. «Maniobrar con el semirremolque de plataforma baja suele ser muy complicado», nos revela Florian.

Es por eso que resulta aún más importante que tomen en serio al joven conductor en su trabajo, repleto de desafíos. En su opinión, a muchos conductores de coches les falta la comprensión necesaria de su profesión. Al margen de esto, está muy satisfecho con su trabajo: «Todo encaja tal y como es», ríe Florian. Incluso con su actual MAN TGS. De hecho, solo siente que podría dejar el suyo por un camión en particular: el león de sus sueños, un MAN F2000 con 600 CV y, como le llama él, «el precioso motor V10».