Uso sostenible

TRUCKLIFE

El MAN eTGE viaja hasta Norderney

Georg Fischer es la cuarta generación que dirige su empresa de transporte de mercancías en Norderney. Ahora, la empresa de transporte también circula con los MAN eTGE totalmente eléctricos para dar un buen ejemplo en esta isla conocida por ser un «balneario climatológico». Veamos cómo le ha ido al MAN en su nuevo destino.

Hay niebla y todavía está oscuro cuando el gran camión entra en el recinto. El transbordador de primera hora de la mañana lo llevó desde el continente hasta Norderney. El reloj marca casi las siete, pero en la nave de expedición ya hay varios hombres empujando palés de un lado a otro con pequeñas transpaletas. El camión articulado aparca marcha atrás en la rampa de carga. «El transbordador marca nuestro horario de trabajo», cuenta Georg Fischer, de cuya boca salen pequeños halos de aliento frío. Lleva una sudadera con capucha y una chaqueta acolchada. Hace mucho frío para ser una mañana de finales de verano. Georg Fischer y sus empleados son los que más madrugan en Norderney. Mientras que la mayoría de los veraneantes siguen durmiendo, ellos descargan lo que las grandes cabezas tractoras traen del continente: alimentos, productos de higiene y cuidado personal y bebidas. Prácticamente todo lo que acaba en la mesa de los hoteles y en las estanterías de las tiendas de la isla pasa por las manos del equipo de Georg Fischer.

Servicio de entrega desde Borkum hasta Wangerooge

Cuando la plataforma del almacén baja, los trabajadores introducen sus transpaletas en el largo remolque y comienzan a descargar. Pieza a pieza empujan los palés hacia la nave, que tiene el tamaño de una cancha de baloncesto. Más tarde, distribuirán la mercancía en las furgonetas de reparto especialmente adaptadas a la isla, ya que en las estrechas calles de Norderney están prohibidos los grandes vehículos pesados. Georg Fischer es la cuarta generación que dirige la empresa de transporte Johann Fischer. Como se diría en la jerga del gremio, es un «expedidor destinatario» para Norderney y el resto de las islas de Frisia Oriental. A las grandes empresas de logística no les compensa distribuir mercancías procedentes de Alemania y del resto del mundo en las islas de Borkum hasta Wangerooge. Supondría demasiado trabajo coordinar cada entrega de palés con los horarios de los transbordadores. Además, se suma que un camión no puede hacer ningún kilómetro durante la larga travesía en ferry. En cambio, para Georg Fischer, el servicio de distribución a lo largo de la costa del Mar del Norte es su actividad principal. Dirige un gran almacén en la ciudad de Norden, donde los demás transportistas descargan sus mercancías, y luego se encarga de llevarlas a los transbordadores con sus propios vehículos. También transporta mercancías para algunas cadenas de supermercados y farmacias. Recoge la mercancía en sus almacenes centrales cerca de Hanóver y Bremen y luego se encarga del transporte hasta las filiales de las islas. También trabaja con un distribuidor de materiales de construcción en Norderney. Con su flota de vehículos especialmente adaptados a la isla, transporta hasta las obras de Norderney todo lo que se necesita en la industria de la construcción: listones para techos, grava y muchos otros materiales.

«Estoy absolutamente convencido de la calidad de mis vehículos MAN, de los acabados y de su fiabilidad: no hay nada que chirríe o cruja.»

Georg Fischer es cliente de MAN desde hace muchos años. Cuenta con 35 vehículos MAN en su flota, desde el gran tractor hasta los tres flamantes vehículos totalmente eléctricos que alquiló hace unos meses. «Estoy absolutamente convencido de la calidad de mis vehículos MAN, de los acabados y de su fiabilidad: no hay nada que chirríe o cruja», asegura. Con el eTGE quiere dar ejemplo. Norderney es un balneario climatológico y del bienestar. Así que quise ser uno de los primeros en conducir un vehículo eléctrico», se ríe. «Aunque el diésel corre por mis venas»; pero los veraneantes tienen mucha conciencia medioambiental y Norderney es conocida en toda Alemania. «Si damos un buen ejemplo aquí, se contagiará».

Salto al vacío

Para Georg Fischer, MAN forma parte de su historia, al igual que la propia empresa de transporte de mercancías. El próximo año celebrará su 125 aniversario. Al igual que su padre y su abuelo, Georg vive para el negocio familiar. Durante mucho tiempo, fueron su tío y su padre quienes dirigieron la empresa. Hasta que su padre enfermó a mediados de los años 90. «En ese momento, me lancé al vacío; al fin y al cabo, no nací siendo director general. Y de repente tuve que asumir la responsabilidad de 85 empleados». Primero tuvo que aprender a tratar con equidad a sus empleados y a la vez, dejar claro cuando algo se hacía mal. Lo mismo que tomar vacaciones, porque en una empresa de transporte de mercancías el trabajo nunca termina realmente. Georg Fischer ha llevado la empresa a buen puerto. Actualmente, también tiene una participación en una planta de hormigón premezclado y en un comercio de aceite mineral.

Un buen equipo

Hay un buen ambiente en la gran nave. Los empleados se ríen mucho y pronto se tutean. Sven Große-Hohnacker se ha unido al equipo hace unas semanas. Es un tipo atlético y experimentado capaz de hacer un buen trabajo. Große-Hohnacker trabajó como banquero durante 13 años, aquí en su isla natal de Norderney. «Simplemente me aburrí de ese trabajo», dice. «El trabajo en la empresa de transporte de mercancías es mucho más heterogéneo». Esta tarde se pondrá al volante del eTGE para llevar las maletas a los hoteles. Muchos pasajeros del ferry facturan su equipaje antes del viaje para no tener que cargarlo ellos mismos. La empresa de transporte también se ocupa de este tipo de servicio. Mientras sube al vehículo, un compañero ríe sarcásticamente mientras dice: «Que, ¿en la carretera de nuevo con el coche de Greta Thunberg?» Sven Große-Hohnacker hace un gesto de desaprobación con la mano. «¿Por qué no? Es divertido», responde y sube al vehículo. Poco después, recorre la «ciudad balneario» tan silencioso como un susurro y sin emisiones locales de gases escape. Saca las maletas del coche y las deja en los pasillos de las casas de huéspedes y en los mostradores de recepción de los hoteles. «¿Qué haces con las maletas?», le pregunta sorprendida una mujer, «¿es que ya no trabajas en el banco?». Sven Große-Hohnacker parece satisfecho. «Que va, ahora trabajo en la empresa de transporte».

Al igual que Sven Große-Hohnacker, Georg Fischer también valora mucho el eTGE, a pesar de su afición por los motores diésel potentes. «Es fácil acostumbrarse. Un vehículo eléctrico como este no tiene caja de cambios y entrega toda la potencia al eje. Eso es genial». Y la autonomía de 130 kilómetros es perfecta para la isla. A veces incluso es suficiente para dos días de trabajo completos. Solo queda un fleco que resolver en Norderney: En vacaciones, muchos visitantes están tan relajados que, a diferencia de lo que ocurre en casa, apenas prestan atención al tráfico. Así que, el silencioso eTGE a veces pasa desapercibido. Pero también para eso tiene Georg Fischer una solución: «Nos hemos planteado seriamente la posibilidad de poner campanas en los retrovisores. Porque, naturalmente, no queremos asustar a los veraneantes tocando la bocina».