«¡Me encanta viajar!»
El día a día del conductor plantea más que suficientes retos. Para el camionero profesional Toni Herzog estos retos son como la sal en la sopa cuando se trata de disfrutar de verdad de este trabajo. Ya de niño soñaba con ello e incluso después de 16 años al volante, conducir forma parte de su vida.
Al igual que muchos otros conductores profesionales, Toni Herzog ya soñaba con conducir un camión desde niño. Por aquel entonces podía acompañar a su padre de vez en cuando en el asiento del acompañante del MAN, y hoy conduce él mismo su león de ensueño. Su MAN TGX 26.510 o «White Pearl», como Toni bautizó a su león blanco, revela mucho sobre la pasión de su conductor. Tanto en el interior como en el exterior no se ha dejado nada al azar, sino que se ha invertido mucho amor en los detalles. «Me encanta viajar», cuenta Toni sobre su día a día, «me gusta la variedad y me gusta afrontar nuevos retos cada día».
Toni lleva 16 años trabajando como conductor profesional para la empresa Weinlandmühle Glanzmann AG de Trüllikon. En el marco de esta actividad, en su lista de carga hay diferentes piensos con los que carga y descarga su MAN de forma autónoma en las instalaciones del cliente. A sus 37 años, nunca sabe exactamente lo que le espera en la carretera o en los puntos de descarga. Ya sea que tenga que montar cadenas para la nieve de manera espontánea debido a la nieve y el hielo, o que le espera un difícil acceso a la granja o que solo al rellenar los silos queda claro que el cliente ha pedido la cantidad correcta: «cada día supone nuevos retos», resume Toni para nosotros.
Cargar su semirremolque, transportar la carga y descargarla en las instalaciones del cliente no es el final de las tareas de Toni: también se encarga de la limpieza interior y exterior de su camión articulado, para lo cual el conductor de Weinlandmühle debe cumplir estrictas normas de higiene.
«Sí, una vez MAN, siempre MAN.»
¿Por qué le gusta tanto conducir camiones MAN? «Simplemente estoy convencido que con MAN obtengo lo que necesito para nuestras actividades», dice Toni. Conoció la marca a través de su padre, que también conducía un León. Él mismo comenzó su trabajo diario con otra marca antes de poder cambiar a un MAN gracias a su jefe de entonces. «Sí, una vez MAN, siempre MAN», deja claro Toni, fiel a su lema desde este cambio.
En cuanto al vehículo, el suizo ya está muy contento con su MAN TGX blanco. Sin embargo, si tuviera un deseo libre, quizás desearía un poco más de consideración en el tráfico rodado por parte de uno u otro usuario de la carretera. En cualquier caso, cruzamos los dedos para que Toni y su «White Pearl» puedan disfrutar de la carretera la mayoría de los días.